TOMA DE MUESTRAS

Selección y Recogida de Muestras

Sangre

Bacteriemia es la presencia de bacterias en la sangre. La sangre es normalmente un medio estéril, por lo tanto la detección de bacterias es indicativa de infección. La definición de bacteriemia no requiere un cuadro clínico manifiesto. Este concepto no debe confundirse con el de sepsis, que se refiere a la respuesta inflamatoria sistémica que tiene lugar ante una infección. A la coexistencia de sepsis y bacteriemia se la denomina septicemia. La sepsis es un síndrome de anormalidades fisiológicas, patológicas y bioquímicas potencialmente mortal asociadas a una infección. Estas anormalidades son secundarias a una respuesta inmunitaria desbalanceada frente a la infección, que termina dañando los tejidos y órganos propios conduciendo a una disfunción multiorgánica. El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica se asocia con la sepsis, pero no es causa absoluta de ésta, ya que la sepsis involucra la activación tanto de respuestas proinflamatorias como antiinflamatorias.

Líquido Céfalo Raquídeo

La meningitis es una infección caracterizada por la inflamación de las meninges​ (leptomeninges) que en el 80% de los casos es causada por virus, en el 15 al 20% lo es por bacterias y en el resto de los casos se debe a intoxicaciones, hongos, medicamentos y otras enfermedades. Se trata de una afección poco frecuente, pero potencialmente letal que puede lesionar el cerebro y ocasionar inconsciencia y lesión de otros órganos. La meningitis progresa con mucha rapidez por lo que el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz son importantes para prevenir secuelas graves y evitar la muerte. Cualquier persona puede contraer meningitis pero la frecuencia de la enfermedad es especialmente elevada en niños y personas inmunodeprimidas. Los síntomas más frecuentes son dolor de cabeza, rigidez de nuca, fiebre, fotofobia (intolerancia anormal a la luz) o fonofobia (intolerancia a los sonidos) y trastornos de la conciencia. A menudo, en particular en niños pequeños, solo se presentan síntomas inespecíficos como irritabilidad y somnolencia. La existencia de erupción cutánea puede indicar una forma particular de meningitis, como la asociada con meningococemia.

Tracto Respiratorio Superior (Faringe, Nasofaringe)

La faringitis es la inflamación de la mucosa que reviste la faringe. Generalmente le acompañan síntomas como deglución difícil, amígdalas inflamadas y fiebre más o menos elevada. Las más frecuentes causas de la faringitis son las infecciones víricas, y en algunas ocasiones, infecciones bacterianas o reacciones alérgicas. Los principales agentes causantes bacterianos son Streptococcus pyogenes y Haemophilus influenzae, entre otros. La rinosinusitis o sinusitis es una respuesta inflamatoria de la mucosa de la nariz y de los senos paranasales que puede deberse a una infección por agentes bacterianos, virales, hongos, un cuadro alérgico o a una combinación de estos factores. El término rinosinusitis define de mejor forma esta enfermedad puesto que casi siempre se acompaña de inflamación de la mucosa nasal o está precedida de ella. Se caracteriza por rinorrea, obstrucción nasal y dolor facial; puede haber hiposmia o anosmia, tos, fiebre, fatiga, dolor dentario, halitosis y malestar ótico. De acuerdo con la duración de la enfermedad puede ser calificada como aguda si dura menos de cuatro semanas, subaguda si su duración es de cuatro a doce semanas y una forma crónica con más de doce semanas de enfermedad. La sinusitis es una infección en general autolimitada en un 40-50 % de los pacientes, de manera que los antibióticos no deben utilizarse como tratamiento de primera línea. Existen pocas pruebas que demuestren la efectividad del uso de adyuvantes como corticosteroides nasales y, menos aún, de los descongestionantes sistémicos. Los pacientes con sinusitis crónica o recurrente, requieren remisión a un otorrinolaringólogo para considerar una cirugía endoscópica funcional de los senos paranasales.

Conjuntiva Ocular

Conjuntivitis es la inflamación de la capa conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular, diferentes bacterias pueden ser responsables de la infección. En la conjuntivitis bacteriana los síntomas del ojo enrojecido están generalmente asociados con lagrimeo de color verdoso o amarillento. A menudo, también están presentes síntomas tales como la congestión de los senos paranasales y mucosidad nasal. Los párpados pueden edematizarse. Se caracterizan por secreción abundante y amarillenta, y formación de papilas en la conjuntiva palpebral. Se tratan con higiene ocular y antibióticos tópicos. La conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa, pero generalmente se cura entre 7 y 10 días después del comienzo de los síntomas.

Oidos

La otitis externa (también conocida como "Oído de nadador") es una inflamación del conducto auditivo externo (CAE), debida generalmente a una causa infecciosa. Junto con la otitis media, la otitis externa es una de las dos condiciones humanas comúnmente llamados "dolor de oídos". También ocurre en muchas otras especies. La inflamación de la piel del canal auditivo constituye la esencia de este trastorno. La inflamación puede ser secundaria a la dermatitis (eccema) solamente, sin la infección microbiana, o puede ser causada por una infección bacteriana o fúngica activa. En cualquiera de los casos, pero más a menudo con la infección, se inflama el conducto auditivo y puede haber dolor o sensibilidad al tacto. La otitis media es la inflamación de la zona media del oído medio, por lo general, como consecuencia de la disfunción de la trompa de Eustaquio y que, contaminado por bacterias o virus de la nasofaringe, producirá una infección aguda o, a veces crónico. La otitis media tiende a verse acompañada de diversas enfermedades concomitantes respiratorias como la rinosinusitis. La reacción inflamatoria en cuadros no infectados permite que se genere un transudado estéril dentro de las cavidades del oído medio y de la apófisis mastoides.

Tracto Respiratorio Inferior

La neumonía puede ser una enfermedad grave si no se detecta a tiempo, y puede llegar a ser mortal, especialmente entre personas de edad avanzada y entre los inmunodeprimidos. En particular los pacientes de sida contraen frecuentemente la neumonía por Pneumocystis. Las personas con fibrosis quística tienen alto riesgo de padecer neumonía debido a que continuamente se acumula fluido en sus pulmones. Puede ser altamente contagiosa, ya que los microorganismos causante de dicha enfermedad se disemina rápidamente en el aire, y pueden propagarse por medio de estornudos, tos y mucosidad; un paciente que ha padecido neumonía puede quedar con secuelas de ésta en su organismo por mucho tiempo, esto lo hace potencialmente contagioso y las personas más propensas a contraerla son las que estén en curso de una gripe o un cuadro asmático, entre otras enfermedades del aparato respiratorio.

Genitales Masculinos

La uretritis crónica es por lo general causada por una infección bacteriana o por un problema estructural (estrechamiento de la uretra). También puede estar asociada con diversas enfermedades sistémicas, entre las que se incluyen trastornos emocionales, y puede presentarse tanto en el hombre como en la mujer. Los principales síntomas de la uretritis: micción dolorosa y aumento de la frecuencia urinaria, son bastante comunes. Entre las personas que experimentan tales síntomas, del 50% al 75% tienen una infección bacteriana, por primera vez o recurrente, de la uretra o la vejiga (cistitis), hasta el 10% son mujeres con vaginitis y el resto son hombres o mujeres con síndrome uretral (con síntomas presentes sin evidencia de infección bacteriana). Entre el grupo de posibles agentes causales se incluyen organismos que causan una variedad de enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, las enfermedades de transmisión sexual como infección por Clamidia spp. y gonorrea pueden causar uretritis.
Otro organismo bacteriano común que puede ser responsables de esta enfermedad es la bacteria E. coli, responsable de las infecciones del tracto urinario. De igual manera, los productos comunes de higiene personal, especialmente los productos femeninos, pueden producir uretritis química crónica.

Genitales Femeninos

La vaginosis bacteriana (VB) es la causa más común de infección vaginal (vaginitis). El síntoma más común de la VB es una secreción anormal de la vagina con un desagradable olor a pescado.​ Sin embargo, casi la mitad de las mujeres con VB no notan ningún síntoma. Una vagina saludable contiene muchos microorganismos, uno de los más comunes es el Lactobacillus acidophilus (LA). El LA evita que otros microorganismos vaginales se reproduzcan a un nivel en donde pudiesen causar síntomas. Los microorganismos relacionados con la VB incluyen Gardnerella vaginalis, Mobiluncus, Bacteroides y Mycoplasma. Por razones desconocidas el número de éstos organismos crecen con la VB mientras el número de organismos LA baja. La mayoría de los casos de VB ocurren en mujeres sexualmente activas entre los 15 y 44 años, especialmente tras el contacto con una pareja nueva. Los condones no parecen ser efectivos brindando protección aunque el uso de espermicidas parece reducir en algo el riesgo. Aunque sea "adquirido" por contacto sexual no hay evidencia que sea una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Mujeres embarazadas y mujeres que sufren de algún ETS tienen un riesgo mayor para el desarrollo de esta infección. La VB no suele afectar a las mujeres después de la menopausia. Un estudio de la Universidad de Gante en Bélgica concluyó que una deficiencia de hierro (anemia) era una fuerte indicación de la VB en embarazadas. Otro estudio americano publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology demostró una relación entre el estrés psicosocial y la VB independiente de otros factores de riesgo.

Tracto Urinario

La cistitis es la inflamación aguda de la vejiga urinaria, con infección o sin ella. Etimológicamente, como todos los términos médicos acabados en "-itis", hace referencia a la inflamación de un órgano, en este caso la vejiga (en griego, κύστη, kiste). Puede tener distintas causas. La causa más frecuente de cistitis es la infección por bacterias gram negativas, destacando entre todas la Escherichia coli. Para que un germen produzca cistitis primero debe colonizar la orina de la vejiga (bacteriuria) y posteriormente producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical. A esta forma de cistitis se le denomina cistitis bacteriana aguda. Afecta a personas de todas las edades, aunque sobre todo a mujeres en edad fértil o a ancianos de ambos sexos. Otras formas de cistitis son la cistitis tuberculosa (producida en el contexto de una infección tuberculosa del aparato urinario), la cistitis química (causada por efectos tóxicos directos de algunas sustancias sobre la mucosa vesical, por ejemplo la ciclofosfamida), la cistitis rádica (secuela crónica de tratamientos con radioterapia sobre la pelvis), la cistitis glandular (una metaplasia epitelial con potencialidad premaligna) o la cistitis intersticial (una enfermedad funcional crónica que cursa con dolor pélvico, urgencia y frecuencia miccional).

Heces

La gastroenteritis es una enfermedad caracterizada por la inflamación ("-itis") del tracto gastrointestinal que está compuesto por el estómago ("gastro"-) y el intestino delgado ("entero"-). Los síntomas principales son diarrea, vómito, dolor abdominal y calambres. A nivel mundial, la mayoría de los casos en niños se debe al rotavirus.​ En los adultos, las causas más comunes son el norovirus​ y la Campylobacter.​ Hay causas menos comunes, como otros tipos de bacterias (o sus toxinas) y parásitos. Su transmisión puede ocurrir mediante el consumo de alimentos inadecuadamente preparados, agua contaminada o a través del contacto físico con personas infectadas.

Heridas y Abscesos

Los abscesos aparecen cuando se infecta un área de tejido y el cuerpo es capaz de "aislar" la infección y evitar que se extienda. Los glóbulos blancos, que son la defensa del organismo contra algunos tipos de infección, migran a través de las paredes de los vasos sanguíneos al área de la infección y se acumulan dentro del tejido dañado. Durante este proceso, se forma el pus, que es una acumulación de líquidos, glóbulos blancos vivos y muertos (principalmente Polimorfonucleados Neutrófilos, PMNN), tejido muerto y bacterias o cualquier otro material o invasor extraño. Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del organismo y pueden ser causados por organismos infecciosos, parásitos y materiales extraños. Los abscesos en la piel son fácilmente visibles, de color rojo, elevados y dolorosos; mientras que los abscesos que se forman en otras áreas del cuerpo pueden no ser tan obvios, pero pueden causar mucho daño si comprometen órganos vitales.

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